Una vez más, y como viene siendo tradicional, la Hermandad de la Lanzada procedía al montaje de su Cruz de mayo.
Volviendo casi a las raíces de esta típica fiesta granadina, dicho montaje se produjo con cacharreria de cobre, platos, fuentes y maceteros de cerámica de Fajalauza y mucha flor, como demanda este florido mes que nos ocupa.
Una vez más, largos montajes mientras otros disfrutan del día del trabajador, pero horas muy bien empleadas, compartiendo paella con nuestros hermanos del Nazareno.
Aunque esta hermandad, según dicen, es la que más número de nazarenos ha perdido(aunque se han retirado este año más papeletas de sitio), una de las "peores" cuadrillas, ahí están los tíos al pie del cañón, para lo que haga falta, dando siempre que hablar, jajaja.
Lo siguiente, el Corpus, y como dice mi amigo Gallas, "Que se mueran los feos..."